En este artículo os traemos unos apuntes que recomendamos que sigáis para que vuestros sitios web, si están hechos en WordPress, funcionen perfectamente. Son tareas muy básicas, pero que no está de más recordar y tener presentes.
Los beneficios de WordPress
Como sabréis, WordPress es el gestor de contenidos más empleado para crear sitios webs y, no es de extrañar, entre sus beneficios cabe destacar:
- Su gratuidad, pudiendo conseguir la última versión estable, sin registros, desde su propia web oficial para poder empezar a trabajar nuestra web.
- Su versatilidad para construir casi cualquier tipo de sitio web que queramos y la facilidad para implementar las funciones extra que necesitemos, a través de su extensa librería de plugins.
- Su sencillo manejo a través de un panel de control con una interfaz de usuario muy clara y bien definida por secciones.
- Su facilidad para cambiar radicalmente la apariencia de la web en un instante, pudiendo elegir entre miles de plantillas precreadas, si es que alguna es de nuestro interés.
- Su adaptación a cualquier tipo de usuario, dando facilidades a los usuarios menos experimentados para crear su web básica con pocos clics, y ofreciendo una solución de código abierto a usuarios más experimentados que deseen personalizar la web al máximo.
- O su extensa comunidad que trabaja por mantener vivo este CMS y que garantiza su continuidad y mejora constante.
El inconveniente del mantenimiento y sus consecuencias
Estas bondades le han colocado como el rey de los gestores de contenido web; no obstante tiene un pequeño inconveniente, y es que requiere mantenimiento. Es un aspecto que, por desgracia, no todas las empresas o profesionales con página web tienen en cuenta.
Por nuestra experiencia, tratando con alumnos que ya conocían WordPress y por lo que nos cuentan algunos profesores de la escuela; hemos detectado que si desconocen esto, en muchos casos, es debido a que han contratado la web a un profesional o agencia y se han desentendido por completo de la misma cuando ya han comprobado que estaba publicada en la red.
Y es, en estos casos, cuando podemos encontrarnos con problemas de todo tipo que, a la larga, dejarán nuestra web expuesta ante vulnerabilidades o ataques de hackers, sino acaba antes quedándose “fuera de servicio” por esa falta de mantenimiento.
Por ello, en los cursos o sesiones de WordPress que impartimos en Idecrea, nos gusta plantear a los alumnos el símil de que WordPress es como su móvil con sus aplicaciones que serían los plugins y, al igual que se recomienda que se actualicen las apps con cierta regularidad, sino lo hacen automáticamente, también es fundamental actualizar en nuestra web WordPress los plugins y temas que la componen, así como el core de WordPress cuando surgen actualizaciones.
Este planteamiento nos lleva a la tarea más fundamental que debemos aplicar y es…
Tener todo actualizado (plugins, temas y core)
Es de vital importancia, ya que, con cada actualización, los creadores de los plugins, de los temas o la comunidad encargada de WordPress, subsanan fallos que detectan o les reportan los usuarios, también corrigen incompatibilidades e igualmente resuelven posibles agujeros de seguridad.
No obstante, con las actualizaciones debemos tomar ciertas precauciones, especialmente si son cambios de versiones importantes, como pasar de una versión 4.3.1 a la 4.4 por ejemplo, o saltos de versiones muy grandes porque no hayamos trabajado las actualizaciones previamente, como pasar de una versión 2.0.1 a la 4.4 por ejemplo. En estos casos, antes de actualizar deberemos hacer una copia de seguridad, ya que el riesgo de que algo falle y se nos quede la web en blanco, es muy elevado. Pero que ese posible contratiempo no nos eche para atrás, ya que actualizarlo todo es necesario.
Las copias de seguridad van de la mano con las actualizaciones
Las copias de seguridad podemos hacerlas con un plugin como “All-in-One WP Migration” o “Duplicator”, que siguiendo los pasos y en pocos clics nos darán la opción de descargar a nuestro ordenador una copia completa de la web y su base de datos. Obviamente, si somos usuarios más experimentados y tenemos pleno acceso al servidor donde se aloja la web, podemos hacer la copia manualmente copiando y pegando los archivos e importando la base de datos.
Una vez tenemos esa copia lista, si deseamos ir sobre seguro y saber que, al actualizar, no tendremos problemas, una posible solución (aunque es más para usuarios avanzados) es que la copia de seguridad que hayamos creado la subamos a un WordPress nuevo que instalemos en un servidor local y actualicemos ahí todo, antes de hacerlo en la web publicada en la red, de esta forma si surge algún problema evitamos que la web subida se vea afectada. Es una buena medida también para hacer pruebas sobre la web sin riesgos.
Es muy recomendable ir actualizando los plugins o los temas de uno en uno y esperar a obtener el OK, para pasar al siguiente, así si al actualizar alguno se viese finalmente afectada la web y solo viésemos la temida pantalla blanca, sabríamos cuál ha sido el causante. Si se diese esta circunstancia no le temáis a esa pantalla que muestra un error crítico en WordPress, si tenéis acceso al servidor y concretamente a la carpeta de plugins o temas, entonces la cosa tiene solución.
Dicha solución, en la mayoría de los casos, requerirá que renombréis la carpeta que contiene los plugins o los temas (según el caso) para que todos queden desactivados y podáis recuperar la web y el acceso a la misma. Acto seguido deberéis volver a dejarla con el nombre por defecto e ir activando uno a uno los plugins, pero dejando sin activar el que ha generado el conflicto; en estos casos, es mejor que consigáis una versión anterior y funcionéis con esa durante un tiempo, ya que la última versión puede no ser compatible con la versión de WordPress que estéis empleando o con otro plugin o tema.
Un último apunte
Sería que no dejéis el mantenimiento en el olvido durante meses, porque luego será peor y pueden surgir los problemas, así que os aconsejamos que realicéis una copia de seguridad por lo menos una vez por semana o cuando hagáis cambios importantes en la web y que actualicéis todo aquello que lo requiera, por lo menos una vez al mes, para que vuestro WordPress goce de “buena salud” y esté más a salvo de contratiempos.